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una grata sorpresa por lo elaborada de su cocina. para encontrarlo, debemos coger la calle que está entre el nervión plaza y el corteinglés de nervión (la calle que hay para entrar al aparcamiento del nervión plaza). y, a mano izquierda, antes de llegar a la espumosa, nos metemos por una pequeña callejuela que hay ahí. el enlace lleva a la entrada de la calle, que no la he encontrado en varios callejeros.

la cerveza está bien fría y la sirven en vasos de cerveza anchos y bajos. tienen una buena bodega, pero el rioja de la casa que probé un poquito de robe no me hizo demasiado tilín al principio aunque el regusto era suevecito y bastante resultón. pero como no entiendo, sólo digo que hay cierta variedad.

la cocina, elaborada. pedimos un revuelto de boletus, un queso de cabra, presa ibérica y croquetas caseras. por partes: el revuelto rico pero escaso. el queso muy bueno pero le sobraban florituras y adornos florales y podían añadir más queso. la presa muy buena, pero pasada (y me fijé en más carnes que sacaban de la cocina y solían pasarlas demás, así que si vais, pedid que poco hecha para que esté en su punto). y las croquetas muy buenas pero el apelmazamiento de la masa, algo excesivo, demostraba que habían sido hechas en thermomix (como casi todo hoy día); un poquito menos de harina y más leche no le habría venido mal.

PROBLEMA: creo que no tienen tapas. sólo raciones y medias raciones. esto tengo que confirmarlo porque cuando llegué ya habían pedido. pero si es así... cae muchos puntos.

y el precio no es de los de ir todos los días. el ambiente muy bueno, el sitio muy chulo, la localización en pleno barrio de nervión. son esos detalles que diferencian a un templo de un bar. eso sí, está más orientado a restaurante que a bar.

cerveza: 1 €
tapas: ?
medias raciones: 5 €
raciones: 10-12 €